LA LEYENDA DEL CUERVO APESTOSO

Cruaac, Cruaac

Durante casi catorce años su mente estubo vagando a kilómetros de altura, pero Elliot Thomas seguía atrapado en la tierra, en el aburrido pueblo de Sinchester.

Solo en su casa del árbol, pego plumas en su traje de vuelo, preparándose para el día en que se uniera a los Fénix y Quetzalcoatl en el cielo.

Es hora de cenar, grito su madre al otro lado del patio, Elliot se sentó en la mesa, entre sus padres. Un plato precosinado desafiaba a su olor corporal como el hedor dominante en la habitación. Asu izquierda su madre parloteaba acerca de su día en urgencias, a la derecha, su padre estaba absorto con su teléfono móvil.

Y Elliot.... sus ojos estaban fijos en el ventilador del techo, la personalidad mas interesante a 3 metros a la redonda.

En el aula el día siguiente, Justin Shmakovski le lanzo un chapucero avión de papel.

En segundos Elliot construyo una nave mejor, se subió a su silla y lanzo con rapidez a su "Paperflieger" a su desprevenido enemigo.

¡ Zomm, Plaf ! La maravilla de la aviación de papel se incrusto en el ojo de Justin.

¡ Sr. Thomas! Exclamo su maestro, ¡ A ver al Director !

Mas tarde, ese mismo día Elliot estaba arrullándose en silencio. Había comprado una chocolatina en el vestíbulo.

Casey Wichtitz estaba fumando cerca y se burlo de el " Nunca volaras, cuervo apestoso", se rió, ¿ Porque no vaz a machacartela con prono de pajaros? "Seguro que tocas mas la zambamba que las alas"

"Que te den" chillo Elliot corriendo hacia la puerta.

Ya había obscurecido cuando Elliot deambulaba hacia su casa. En la acera paso a un hombre flaco, que lo miro intensamente, casi desesperadamente, el hombre abrió la boca y dijo ¡Uuhuiguaa! ¡Uuuiizaa!.

Elliot planeaba comerse la chocolatina por la noche, mientras acababa su obra maestra, pero en lugar de eso, se la ofreció al hombre,  "se lo que quieres decir" le respondió.

A la mañana siguiente, el patio de la escuela estaba lleno, sus compañeros esperaban que tocase el timbre.

¡Cruaac! ¡Cruaac! Todos a una, los estudiantes giraron hacia la puerta para ver a Elliot vestido de arriba a abajo con su traje de vuelo, después de un instante de sorpresa, resonaron las carcajadas.

Pero ya estaban muy por debajo de el. Paso atravez de ellos hacia la escuela ¡Cruaac! ¡Cruaac! Recorrió los pasillos, culebreó por las escaleras......

¡Cruacc! Toda la escuela ahogo un grito al ver a cuervo apestoso en el tejado, con un chasquido triunfante, extendio las alas.... Y, un momento después, ya había saltado.

Los siguientes dos segundos fueron los mas bellos de la vida de Elliot. Podía sentir todos los ojos fijos en el. Estaba volando y su asombro lo mantenía a flote.

Diez minutos después, los psicólogos limpiaban los restos de Elliot de llorosos estudiantes y la policía intentaba comprender la historias que ahora leéis. El maestro de Elliot miro los restos del chico, en el suelo, y nunca olvidara lo que vio.

Una mano ensangrentada que había formado el signo de la paz. La otra le hacia una peineta.

FIN.