El cimmerio no se asombró ante la extrañeza de todo aquello, ni siquiera cuando dos gigantescas figuras se alzaron para cerrarle el paso. Las escamas de las cotas de malla de los desconocidos estaban llenas de escarcha y sus cascos y hachas de guerra estaban cubiertos de hielo. La nieve salpicaba sus cabelleras y sus barbas estaban blancas de carámbanos y de cristalillos helados. Sus ojos eran tan fríos como la luz que llegaba a raudales del cielo.
-¡Hermanos! -exclamó la muchacha bailando entre ellos-. ¡Mirad quién me sigue! ¡Os he traído un hombre para que lo matéis! ¡Arrancadle el corazón para colocarlo humeante sobre la mesa de nuestro padre!
Los gigantes contestaron con rugidos que parecían el chirriar de los icebergs al rozar contra las heladas
piedras de una costa rocosa. Levantaron las hachas, que brillaron bajo la luz de las estrellas, y en ese
momento el cimmerio se abalanzó como enloquecido sobre ellos. Una helada hoja brilló ante los ojos de Conan cegándolo con la intensidad de su fulgor. El bárbaro devolvió un terrible mandoble que cercenó la pierna de uno de sus enemigos a la altura de la rodilla. La víctima cayó exhalando un lamento y en ese mismo instante Conan se desplomó sobre la nieve, con el hombro izquierdo insensible por un certero golpe del otro hombre, del que apenas pudo salvarlo la malla que llevaba puesta. Conan vio que el otro gigante se cernía sobre él como un coloso tallado en hielo, recortándose contra el frío cielo. El hacha se abatió... para hundirse en la nieve hasta penetrar profundamente en la tierra helada, pues Conan se echó a un lado y luego de un salto se puso en pie. El gigante lanzó un rugido e intentó liberar su hacha, pero mientras lo hacía, la espada de Conan se hundió en el pecho del hombre con la rapidez de un rayo. Las rodillas del titán se doblaron y éste se derrumbó lentamente sobre la nieve, que se tiñó de color carmesí por la sangre que manaba del cuello seccionado.
Conan giró rápidamente y vio que la muchacha se encontraba a poca distancia, mirándole con los ojos muy abiertos por el horror; el aire de sorna había desaparecido de su rostro. El cimmerio gritó violentamente y lasgotas de sangre caían por su espada mientras su mano temblaba por la intensidad de su pasión.
-¡Llama al resto de tus hermanos! -gritó Conan-. ¡Yo echaré sus corazones a los lobos! No podrás escapar de mí...
Saludos a todos carnales =D
4 comentarios:
como dice el buen inda, tienes buenos posts, este no es la excepción
Gracias estimado OZl, voy a tratar de subir parrafos que son de mi total agrado de las historias de que e leido de Conan je je, saludos =D
Espero que tengas los que editaron en México, si mal no recuuerdo ahí estaba este cuento, me hubiera encantado conocerte antes, yo tenía casi todos los comics de conan que editaron en México, pero hace como 3 años los vendí =(
comics de conan no tengo carnal, yo leia los que tenian unos tios cuando iva a Torreon pero tengo una edicion de tres tomos que estan exelentes carnal, despues subo un post al respento je je, saludos =D
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